Situada en lo alto de la Sierra Madre Oriental de Monterrey (México), la Casa Torres establece un íntimo contacto con el entorno natural. Discretamente abierta hacia la calle, se entra a la casa por un espejo de agua del a que sobresale un árbol de gran tamaño y belleza.
El vestíbulo está formado por un espacio de materiales contrastantes como el mármol Santo Tomás color violeta y los muros de tipo volcánico; desde este espacio se tiene una continuidad visual con la totalidad de la casa y con el jardín que mantiene los pinos y encinos.
El salón fue concebido como una caja de cristal con vistas exteriores a la montaña, gracias a los grandes ventanales que tiene, por los cuales deja paso una importante iluminación natural. Sin duda un gran trabajo del grupo GLR Arquitectos.