Desde Tel-Aviv (Israel), donde te mostramos una casa que combina lo viejo y lo nuevo, nos trasladamos a la provincia de Barcelona, más concretamente a Esplugues de Llobregat.
En esta población catalana los arquitectos Carlos Ferrater y Joan Guibernau, del estudio de arquitectura Office of Architecture in Barcelona (OAB), con la colaboración de Nuria Ayala y la estructura de Juan Carlos Capillo, han dado lugar a una preciosa casa que vale la pena conocer.
Dos zonas claramente diferenciadas
El proyecto sitúa la vivienda en el centro de la parcela, de manera que la separa en dos partes claramente diferenciadas: por un lado, una plaza ajardinada de acceso; por otra, una zona más privada con la piscina. En la superposición de 3 volúmenes de contundente geometría queda definido el programa de la vivienda unifamiliar.
División de espacios
Así, atravesando la plaza de acceso se llega al hall de entrada, desarrollado a doble altura con la planta primera y que articula los espacios de circulación vertical de la vivienda. Por su parte, el hall separa en la planta baja la zona noble (comedor, sala de estar y biblioteca) del área de servicio. Mediante una escalera situada en el hall se accede al área de dormitorios y sala de juegos, en la primera planta, y en la segunda planta podemos encontrar el dormitorio principal. Por último, en el sótano se encuentran el garaje y los trasteros.
Fachada y estructura
En cuanto a la fachada, observamos piedra con fijación oculta, sobre rastreles de acero inoxidable que forra todas las superficies verticales y horizontales de la volumetría. La estructura se prepara mediante pliegues en los forjados para conseguir una geometría estricta de los cuerpos voladizos cuyos parámetros se revisten de piedra. Un angular de acero inoxidable mate arenado va delineando todas las aristas del edificio recogiendo los revestimientos de piedra y generando los cambios de plano.
Fotografías: © Alejo Bague